Considero que el nombre de Elefante lo recibe como símbolo de grandeza, en todos sus sentidos. El discurso de la película de Gus Van Sant en todo momento nos habla de grandes problemas, sin embargo, los adolescentes al estar inmersos en sus propios problemas (discriminación, frivolidad, homosexualidad, bulimia, violencia escolar, armas, pláticas banales, lucha de poderes, popularidad) son incapaces de observar a su alrededor y por ende no distinguen los peligros por muy visibles que estos sean.
Para mí el utilizar a un animal como el elefante, es el mejor pretexto para mostrar un argumento basado en una historia real con un tiempo fílmico de adecuación, donde a través de un montaje sintético nos muestra escenas largas con profundidad que nos permite observar, todo lo que ocurre en un día común y corriente en una Universidad de Estados Unidos.
Con tomas en primer plano y en su mayoría de espaldas, mantiene anónimas esas identidades, tal como ocurre en una escuela, sólo son cuerpos que recorren pasillos, ante miradas indiferentes.
Lo fantástico es descubrir que el tiempo psicológico mostrado en esta película es tan real y verídico que nos sorprende cuando muestran escenas de lo fácil que es adquirir un arma, meterlas a una universidad y comenzar con una cazería…
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3 comentarios:
Ni modo no lo puedo evitar, aunque ya no seas mi alumna y me tengas en el semiolvido. Jess,arma es singular, meterlas es plural. Y una de ortografía Cacería con C.
Por lo demñas, qué bueno que sigas con tu blog. Espero ver más cosas tuyas.
Un abrazo
hola jess que tal no me conoces pero espero que tengas exito en tus nuevas metas
atte. edgar zermeño
mpv_domecq@yahoo.com.mx
Eres la roja? oye que tal la verdad no lo esperaba... ojala que tengas mucho éxito. recibe muchos saludos.
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